sábado, 2 de julio de 2011

La excelencia

Toma forma la preocupación en el ámbito empresarial por el reforzamiento de una serie de valores en los ámbitos de la comunicación, la formación, las relaciones con el entorno, y la responsabilidad social, para situarlos en el eje principal de la estrategia empresarial de nuestras mayores empresas por capitalización bursátil, entre otras, Telefónica, Santander, Iberdrola, Repsol, BBVA.

Creada la Fundación Corporate Excellence, por los principales grupos empresariales de nuestro país, aspira a convertirse en una referencia técnica y ética a nivel global para el fortalecimiento de la gestión integral de los intangibles en seis áreas: comunicación, marca, reputación, asuntos públicos, métrica y formación.

El objetivo es contribuir al desarrollo de sólidos modelos de gestión de intangibles, el desarrollo social, y propiciar un nuevo modelo de relación de las empresas con los medios de comunicación. Marcas fuertes, con una reputación excelente, capaces de competir en los mercados globales.

La reputación corporativa es colocada en el centro de la estrategia empresarial como valor clave para alcanzar la excelencia en el siglo XXI.

Me parece de especial interés la creación de la figura del Chief Reputation Officer (CRO), con el fin de aglutinar las funciones correspondientes a la promoción y desarrollo de la reputación corporativa, el camino de la excelencia a través de la gestión de la marca y la comunicación.

La excelencia como objetivo estratégico debería seguir siendo el referente principal de la empresa en los próximos años. Los profesionales que entendemos la empresa como centro de creación de valor no sólo para el accionista sino para el entorno interno y externo en el que se sitúa, defendemos la gestión integral basada en valores capaces de sacar lo mejor de cada uno de los profesionales que integran el grupo. El beneficio económico es, desde mi punto de vista, la consecuencia natural de la gestión excelente, del desempeño individual y colectivo basado en el esfuerzo, en el afán de superación orientado a alcanzar el objetivo de la máxima calidad en cada eslabón de la cadena productiva.

En éste contexto, es de agradecer la existencia de iniciativas empresariales dirigidas a colocar los valores ligados a la excelencia en parte fundamental de la cultura organizacional de la empresa.